Cuando La Vida Nos Presenta su Cuenta
Se cuenta de un abogado que vivió en Escocia que, en una ocasión, alquiló un caballo de un hombre pobre y tanto abusó del animal que éste murió. El hombre pobre insistió en que el abogado pagara por su caballo. El abogado no negó su responsabilidad y le dijo al hombre pobre que estaba dispuesto a pagar. - Pero - le dijo - en este momento estoy algo escaso de dinero y agradecería si me permitiera aplazar el pago . El pobre labrador, que era un hombre muy comprensivo, no tuvo inconveniente en dar al abogado un poco de tiempo para cumplir con su compromiso. Ante la insistencia del abogado de no poder pagar en tiempo muy cercano, el labrador le respondió que simplemente fijara él la fecha.