Confía en el Señor
Este hombre estaba en necesidad. Necesitaba comprar alimentos para su familia, pero no tenía dinero, ni empleo. La única solución era comprar fiado en el mercado que acostumbraba hacerlo. Ir a buscar comida al fiado nunca fue ni será jamás algo cómodo. Por el contrario, en algunos casos despierta vergüenza, pero muchas veces es la única solución. – Lo siento, don Aníbal. Ya tiene una cuenta bastante grande y, perdóneme la franqueza, no veo que consiga trabajo. —le dijo el propietario del negocio.