Ahora que estoy vivo
Esto es lo que muchos padres, ya ancianos, desean de sus hijos: Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy vivo y no una noche entera cuando yo muera. Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera. Prefiero que hagas una sola llamada o viajes para verme ahora que estoy vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.