Contra La Corriente
Bajo un sol abrazador, dos africanos descendían por el
río Zambeze y remaban con pagaya en su angosta piragua.
Oculto bajo las tranquilas aguas, el cocodrilo, terror
del río, aguardaba su presa. De repente, la embarcación fue fuertemente
sacudida y un cocodrilo hundió sus puntiagudos dientes en uno de los remos.
Desequilibrados, los dos remeros cayeron en las profundas aguas.
Al ver la muerte ante sí, se debatían con vigor. Uno
de ellos se acordó de la advertencia de los ancianos de su aldea: “Si caes en un río infestado de cocodrilos,
nada debajo del agua contra corriente, río arriba, porque el cocodrilo, en
busca de su presa, siempre se deja llevar por la corriente”. Finalmente,
después de muchos esfuerzos, este hombre alcanzó la orilla, sano y salvo.
Su compañero eligió la solución más fácil: nadó en el
sentido de la corriente, pero también en el sentido del cocodrilo. Muy cerca de
la ribera, su pierna fue atrapada por un mordisco de la terrible bestia que lo
arrastró al fondo del río.
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¿Te has encontrado en alguna situación donde sientes o
vez que todo te sale mal?
Es muy natural del ser humano hacer las cosas a su
manera o como piensa que es mejor, sin ver las consecuencias que su decisión
puede traer para su vida. Desde que somos pequeños comenzamos a experimentar
situaciones negativas, solo por nuestra curiosidad o porque solamente pensamos
que lo estamos haciendo bien. Por ejemplo; ¿Cuántos de ustedes, en su niñez,
quisieron meter el dedo en el enchufe de la pared, sin pensar las consecuencias
que eso podría traer? ¿Cuántos de ustedes, en su juventud, pensaron en irse a
vivir fuera de la casa de sus padres, pensando que se podían mantener solos,
con un pequeño salario del empleo, para luego regresar con sus padres porque
vieron que mantener un hogar no era como ellos pensaban?
En fin, son muchas las cosas que hacemos por nuestros
pensamientos, y no con sabiduría ni guianza de Dios. Por eso cometemos errores,
por eso tomamos decisiones equivocadas, porque pensamos que así es como debe
ser, y no hay quien nos diga que estamos equivocados. Luego vienen las
consecuencias y el arrepentimiento. Dice la palabra en el libro de Proverbios 14:12 “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de
muerte”. El que le sirve al Señor tiene que dejarse dirigir por el Señor.
No puede tomar sus decisiones a la ligera, sin antes comunicárselo a Dios. Y
después de eso, tiene que esperar a recibir alguna respuesta. Mientras Dios se
mantenga en silencio, no te muevas para ningún lado, porque es señal de peligro
para tu vida.
En nuestra vida, caminamos constantemente rodeados de
peligro, no solamente de humano, sino también, espiritual. Eso ocurre mucho más
en aquellos que buscan de Dios y procuran día a día agradarle y servirle. En la
palabra de Dios hay una advertencia para que estemos precavidos, con los ojos
bien abiertos, sobrios y atentos a cualquier situación negativa que se nos
afrenta, porque tenemos un adversario que no quisiera que los seguidores de
Cristo anden por la tierra. Dice la palabra de Dios en 1Pedro 5:8 “Sed sobrios, y
velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor
buscando a quien devorar;”. Por eso es que tenemos que estar en oración en
todo tiempo para ser guiados por el Señor y no caer en las trampas del enemigo.
El Señor siempre tiene cuidado de nosotros, porque no
quiere que algo malo nos pase, pero él solo ayuda y cuida a aquel que quiere la
ayuda y quiere tener su protección. Él no puede ayudar a aquel que piensa que
él solo lo puede hacer todo, que no necesita de nadie, que no necesita de
ningún consejo, porque nadie sabe más que él.
Busquemos de la guianza de Dios, él no nos abandona.
Si sabes que tienes el cuidado y la guianza de él no te desesperes porque él
sabe lo que hace y no nos abandonará. Pero déjate dirigir por él, y no por tus
propias opiniones o pensamientos.
Isaías 41:10 No temas,
porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
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