Confianza - En las Manos de Dios

La comisión de parques recibió la orden de eliminar los árboles de cierta calle porque iban a ensancharla.

Cuando la cuadrilla estaba a punto de iniciar su tarea, el capataz observó que en una de las ramas había un nido de petirrojo y la mamá pájaro estaba sentada en él. El capataz ordenó que cortaran el árbol más tarde.

Cuando los trabajadores regresaron al árbol, descubrieron que el nido estaba ocupado por pichones que tenían el pico bien abierto. Una vez más, dejaron el  árbol en su sitio.

Volvieron a las dos semanas y hallaron el nido vacío. La familia de petirrojos había crecido y se fueron volando.

Algo en la parte inferior del nido le llamó la atención a uno de los obreros. Se trataba de una pequeña tarjeta blanca, algo sucia, que se encontraba entre las ramas del nido. Al separarla del barro y los palitos que armaban el nido, descubrió que era una tarjetita que promocionaba la Escuela Dominical de una iglesia, la cual decía: “Confiamos en el Señor, Nuestro Dios”.

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¿Cuántas veces te has sentido como si el mundo te fuera a caer encima? Cancelaron tu empleo, no consigues trabajo por ningún lado, recibes una carta que amenaza sacarte de tu apartamento o casa porque no has pagado por algunos meses, tienes muchas deudas que cubrir y no entra ningún ingreso para cubrirlas, y un sinfín de asuntos que te quieren llevar a la depresión o hasta pensar en el suicidio para quitarte los problemas de encima.

Pero confía, hay un Dios en los cielos que se encarga de cada uno de nosotros, de los que le buscamos en espíritu y verdad, de los que somos guiados por su espíritu para alcanzar nuevas fuerzas y nuevos triunfos en él. Él no nos abandona, él sabe cuándo llegar.

El problema es que muchos confían más en lo que el mundo y el dinero les pueda dar, que lo que Dios les pueda dar. El mes de Enero de 2016 llevó a mucha gente a quitarle la confianza a Dios; incluyendo a algunos llamados cristianos. ¿Por qué? Porque por primera vez la lotería mayor del estado (Powerball) llegó al billón de dólares. Antes de llegar al billón la gente estaba desesperada jugando la suerte cuando llegó al medio billón. En solo par de días llegó de 700,000 a 1.5 billones; así que imagínese cuanta gente se desesperó por ganarse ese dinero para escapar de sus asuntos. Mientras más crecía el número en la lotería, más crecía la cantidad de dinero jugado.

Qué pena es dejar de confiar en el Señor para confiar en el dios dinero. Muchos dicen “yo quiero compartirlo con la familia y darle a la iglesia”, pero el que confía más en el dinero que en Dios tiende apartarse de las cosas del Señor para atender su dinero. Jesucristo habló de eso. Él dijo en Mateo 6:24  “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”.

Confía en el Señor. Pon tus asuntos y tus problemas en sus manos. Recuerda que Dios es el dueño del oro y la plata, y no hay ningún problema que él no pueda resolver. El confiar en el dinero significa que ya no tienes necesidad del Señor, entonces, ¿Qué será de tu alma? Podrás gastar lo poco que tienes en buscando la suerte, y no te das cuenta que en vez de ganar estás perdiendo lo poco que tienes.

Dios quiere ocuparse de tus asuntos. Avece llegamos a unas situaciones que parecen no tener remedio, pero confía, es que Dios va hacer algo grande en tu vida y él se quiere glorificar en lo que haga.

Confia en el Señor. Si tu le has sido fiel, él también lo será contigo. Pon tu confianza en él, y él se encargará de todos tus problemas.

Jeremías 17:7  Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.

Proverbios 3:5-6  Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.

Salmo 55:22  Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo.