FE
Los ministros de las iglesias
locales convocaron a una hora de oración en la plaza del pueblo, para el
siguiente sábado. Ese sábado al mediodía, la gente del pueblo respondió en
masa, llenando la plaza con caras ansiosas y corazones llenos de esperanza. Los
ministros se conmovieron al ver la variedad de objetos que los concurrentes
traían entre sus piadosas manos: libros sagrados, cruces, rosarios, Biblias.
Cuando la hora terminó, como si se
tratara de un mandato mágico, una suave lluvia comenzó a caer. Las
felicitaciones se extendieron entre la multitud, mientras sostenían en alto sus
atesorados objetos con gratitud y alabanza, pensando que por sus objetos habían
logrado tal milagro.
En el centro de la manifestación, un
símbolo de fe pareció ensombrecer a los demás: un niño de nueve años había
llevado una sombrilla.
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¿Cuántas veces has esperado un
milagro o algo sobrenatural para tu vida, y has visto que nada se ha realizado,
aun teniendo tu fe puesta en el Señor?
Cuando le preguntas a una persona,
¿Qué significa fe?, siempre te dan la misma respuesta; citando a el libro de Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que
no se ve”. Pero la palabra fe, en sí, significa una sola cosa; “Creer”, actuar como si ya lo obtuvieras.
Vivir como si la petición ya fuese contestada.
¿Cómo puedes decir que tienes fe de
que el Señor te va a sanar, viviendo de manera desesperada, buscando los
papeles de seguro de vida para que tu familia sepa lo que tiene que hacer si
algo te pasase? ¿Cómo puedes decir que tienes fe de que el Señor te ayudará a
lograr la bendición que estás buscando, si por otro lado te estas preparando
con un plan B, por si acaso? Con tus actos demuestras que no tienes fe. Con tus
actos demuestras que lo que tú dices que se va a lograr, es solo un decir tuyo,
es solamente algo que tú quisieras que se lograra, pero no estás seguro si lo
vas a obtener.
Fe es mucho más que solo pedirle al
Señor por algo sobrenatural, es creer que lo que estás pidiendo, siempre y
cuando no sea fuera de la voluntad de Dios, talvez porque es algo que
verdaderamente no te conviene, lo vas a recibir de parte del Señor. Pero tienes
que actuar como si ya lo has recibido. Porque como dice Santiago 2:17 “Así también la
fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”.
El Señor quiere bendecirnos, él
quiere complacernos, el quiere darnos lo que nosotros deseemos, pero también
quiere que creamos en él, que confiemos en él, que no vivamos como si él no
tiene el poder para lograr algo extraordinario en nosotros.
Hay un secreto en medio de todo
esto. La palabra nos enseña que cuando oremos, sea por agradecimiento, o porque
tenemos alguna petición, que se la pidamos al Padre celestial.
Jesucristo mismo nos enseñó como
pedir. La gente está tan desesperada por algo y en vez de ir al Padre van a las
criaturas. ¿Por qué le pides a gente que están descansando en el cielo, cuando
Jesucristo mismo dijo que era al Padre a quien había que pedirle? Jesús dijo en
Mateo 6:6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
Además, dice que todo lo que pidamos sea en el nombre de Jesucristo, no en el
nombre de algún otro. Esto dice Juan
14:13 “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré,
para que el Padre sea glorificado en el Hijo”. Es al Padre a quien tenemos
que ir en el nombre de Jesucristo. La palabra es clara. Pero cuando pidas, pide
con fe como si ya has recibido respuesta.
Solo pide con fe, no importa lo que
sea. Porque si lo que le pides al Padre está en su voluntad y ha de glorificar
al Hijo te aseguro en el nombre de Jesucristo que lo recibirás.
Mateo 21:22
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Juan 15:16
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto
para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo
que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
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