¿Quién Recibe Las Gracias?
Una mujer encontró un pequeño paquete en el escalón de
la puerta que contenía las llaves de un auto y una nota que decía: “Este regalo
es para ti porque te amo”. Además incluía un versículo de la Biblia y estaba
firmada: “Un ángel del Señor”. En la entrada de su casa había un auto último
modelo, justo lo que necesitaba para reemplazar su auto ya viejo, el cual
funcionaba mal.
La mujer estaba tan agradecida que colgó un cartel en
la puerta de su garaje que decía: «GRACIAS DIOS.» Un niño vecino le preguntó: ¿Dejó caer Dios el auto desde el cielo?
No se sabe cuál fue su respuesta de la mujer, pero
seguramente que ella no creía que el auto había caído del cielo. Ella
simplemente deseaba comunicar su agradecimiento a su amigo anónimo, quien a lo
mejor pasaba por allí.
Pero su cartel también estaba haciendo una importante
declaración: toda buena dádiva viene finalmente de Dios.
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¿Has sido agradecido a Dios por todo lo que te ha
dado, aunque pienses que no tienes nada?
Desde que somos pequeños, nuestros padres, nos enseñan
a dar o decir “gracias”. Esa es una de las palabras que, no solo nos la
enseñan, sino que, tenemos que practicarlas. La otra palabra que nos enseñan es
“Por favor”. Creo que esas dos palabras son las que mas han vivido con nosotros
después que aprendemos a decir mamá y papá.
Aprendemos a dar gracias cuando nos dan algo, cuando
hacen algo por nosotros, hasta cuando alguien nos atiende. Pero ¿Qué tal de lo
demás? ¿A quien le damos gracias por un nuevo día, por la vida, por nuestras
piernas, nuestras manos, nuestra vista, por la familia, por el hogar, por la
comida, el agua, la ropa, la cama, el descanso, la tecnología, por los empleos,
y por todo lo que nos rodea y es parte de nuestro diario vivir? A nadie en el
mundo se le puede dar gracias por eso. Tal vez usted diga que es merecedor de
todo esto porque se ha preparado académicamente o porque se ha trenado y por
eso tiene un gran empleo que le da la facilidad de obtener todas esas cosas.
Pero se equivoca. Usted podrá estar preparado, pero si Dios no le da la
fortaleza, la salud, y el ánimo para levantarse y hacer esas cosas, de nada le
sirve los estudios.
Dice la palabra, refiriéndose a Dios, en 1 Crónicas 29:12 “Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu
mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a
todos”. Todo proviene del Señor. Él es quien nos bendice. Por tanto, es a
Él a quien tenemos que agradecer en todo tiempo. Él merece toda la alabanza y
gloria porque por él vivimos y por Él hacemos todas las cosas.
Seamos agradecidos con todos los que nos hacen bien;
por aquel que nos enseña la palabra de Dios, por aquel que nos escribe un
mensaje de ánimo en algún texto por el celular, por aquel que ora por nosotros,
y por todos los que de una forma u otra aportan a que nuestro caminar sea mas
agradable. Pero sobre todo eso, dale gracias a Dios por toda esa gente que ha
puesto en tu camino.
En fin; toda la gloria y la honra se la debemos al
Señor por ser como ha sido con nosotros. A Él debemos agradecerle por todo,
porque todo es hecho por él.
Hebreos 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia,
contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te
dejaré.
Salmos 34:1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su
alabanza estará de continuo en mi boca.
1 Tesalonicenses 5:18 Dad gracias en todo, porque esta es la
voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Efesios 5:20 Dando siempre gracias por todo al Dios y
Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Colosenses 3:17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de
hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por
medio de él.
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