Encontré
esta receta en el internet y pensé en compartirla con ustedes. Talvez usted
diga, “yo no tengo hijos”, pero puede que tenga nietos, o sobrinos, o algún
vecinito. La receta no tiene que ser para usted, puede ser para la vecina del
lado. Tampoco tiene que usarla solo en niños, también la puede utilizar en
adultos que nunca han probado esta receta.
Receta para criar hijos
(Tomado de The Living Bible)
- 1 taza de Proverbios 22:6 “Instruye
al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él.
- 2
cucharadas de Proverbios 19:18
“Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se apresure tu alma
para destruirlo.
- 1 pizca
de Proverbios 23:13 “No rehúses
corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá.”
- 1
cucharadita de Proverbios 3:5
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia
prudencia.
- 1/2
taza de Tito 2: 6 “Exhorta
asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;”
- Agregue
una pizca de Efesios 6:4 “Y
vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en
disciplina y amonestación del Señor.”
Mezcle
todos los ingredientes, añada medio kilo de persistencia, una taza de amor y revuelva
hasta que tome consistencia. Esta receta la recomienda el Creador de la
humanidad y se aplica a todos los niños.
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¿Ha notado usted la falta de Dios en los corazones de muchos niños y
jóvenes? No creo que todo es culpa de ellos, sino que en algunos es culpa de
padres que no se tomaron la responsabilidad de ensañarles a sus hijos la
importancia de tener a Dios en sus vidas.
Hay padres que solo les enseñan a sus hijos que existe un Dios. Les
dicen que cuando tengan algún problema le clamen a Dios para que los
ayude. Les enseñan la historia del
nacimiento de Jesucristo. Algunos llevan a sus hijos a bautizarse, pero ni los
hijos ni los padres tienen la menor idea del verdadero significado del
bautismo. Algunos los llevan para que hagan su primera comunión, pero no tienen
ni la mínima idea del verdadero significado de participar en la cena del Señor.
Luego no vuelven a pisar una iglesia más hasta que estén en algún problema, o
hasta que tengan que ir a una boda o a un funeral. Mas luego se lamentan porque
sus hijos son los más buscados en la ciudad. Es entonces que deciden ir a
visitarlos a la cárcel y decirles “Hijo, deberías buscar del Señor…para que te
saque de aquí”.
No es enseñarles que Dios es real, sino enseñarles cuan real deben ser
con Dios. No es decirles que Dios los
ama, sino cuanto deben amar a Dios. Para la gente es muy fácil llegar a una
iglesia, mirar el reloj para ver cuánto tiempo va, y luego salir como
desesperados, apurados por irse de la casa de Dios. Es como si no disfrutaran
estar ante su presencia. Como si no disfrutaran de escuchar el mensaje de su
palabra. Pero quieren escapar de los juicios que han de venir a esta tierra. Llegará
el día en que van anhelar escuchar y que alguien les hable de Dios y de su
palabra.
Jesucristo sufrió amargamente dolores fuertes por nuestros pecados. Pero
a muchos no les importa. Porque muchos piensan que solo con ir a la iglesia
cuando les venga las ganas, o porque no le hacen mal a nadie ya tienen el cielo
gano. Eso es por falta de entendimiento y de no leer las escrituras. Todo eso
se logra en la gente si se lo enseñamos desde que son niños. Es en ese tiempo
que su mente y su corazón van entendiendo que hay un Dios que los ama, y que si
ellos le sirven el Señor también les servirá a ellos.
Seamos padres responsables. Busquemos de Dios de todo corazón,
enseñándoles a nuestros hijos, para que el futuro de ellos sea más agradable
para la sociedad, y mucho más hacedlo por la salvación de sus almas.
Romanos 12:1-2 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de
Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a
Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
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