Un Simple Tornillo
Un ingeniero fue llamado a arreglar una computadora
muy grande y extremadamente compleja. La computadora valía 12 millones de
dólares. Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con
la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el aparato.
Procedió a sacar un pequeño destornillador de su
bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo. Entonces encendió de
nuevo la computadora y comprobó que estaba trabajando perfectamente.
El presidente de la compañía se mostró encantado y se
ofreció a pagar la cuenta en el acto.
- ¿Cuánto le debo? Preguntó el presidente.
- Son mil dólares, si me hace el favor. – respondió el
ingeniero.
- ¿Mil dólares? ¿Mil dólares por unos minutos de
trabajo? ¿Mil dólares por apretar un simple tornillito? Ya sé que mi
computadora cuesta 12 millones de dólares, pero mil dólares es una cantidad
disparatada. Le pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que
la justifique.
El ingeniero
asintió con la cabeza y se fue.
A la mañana siguiente, el presidente recibió la
factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza y procedió a pagarla en el
acto, sin chistar.
La factura
decía:
Servicios prestados:
-Apretar un tornillo ($1 US)
-Saber qué tornillo apretar ($999 US)
Para todos aquellos profesionales que día a día se
enfrentan con la desconsideración de quienes por su propia ignorancia no
alcanzan a entenderlos.
Recuerda: “Se Gana por lo que se sabe, no por lo que
se hace.”
*******
¿Cuántas veces has actuado injustamente porque has pensado
que te están cobrando de más por algún trabajo que te hicieron?
Cada día que pasa las cosas se ponen más costosas.
Cuando se trata de recibir algún servicio la gente lo quiere todo de gratis, si
es posible. Y no se dan cuenta que cuando obran de manera descontenta por algún
trabajo que le hayan hecho hieren a la persona que le prestó los servicios. Lo
que pasa es que mucha gente piensa que todos los trabajos se pagan por horas, y
eso no es así. Los empleos se pagan por horas o por salarios, pero los servicios
se pagan de acuerdo al servicio que se le brindó.
El problema no se queda ahí, sino que hay gente que pagan de acuerdo a quien le haga el
trabajo. Por ejemplo, aquí en los Estados Unidos el hispano está acostumbrado a
denigrar a los demás hispanos. Si necesitan algún servicio de carpintería,
plumería, fotografía, video, etc., si el que va a dar el servicio es hispano le
quieren pagar los que a ellos les dé la gana. Pero si el servicio es brindado
por un americano u otra nacionalidad, entonces ellos pagan lo que el servidor
les cobre. ¿Por qué? ¿Acaso el hispano lo hace peor que el otro? ¿Acaso el
hispano no tiene las mismas destreza que el otro? O ¿Es que acaso tú juzgas a
la persona por su nacionalidad, color, o raza? Hay quienes actúan así y no se
dan cuenta que están actuando de forma racista.
Dios no juzga a nadie. Él le paga a cada uno según sea
su trabajo, sin importar color ni raza. El Señor mismo dijo en el libro de Juan 7:24 “No juzguéis según las
apariencias, sino juzgad con justo juicio.” Tus acciones y forma de expresarte
ante los demás dejan una herida que difícilmente se borra. Si piensas que
alguien te está cobrando una cantidad no razonable no tomes su servicio. Trata
de hacer tú mismo el trabajo. Si no puedes, entonces no maltrates a los demás
psicológicamente. Pregunta primero cuanto te va a cobrar, antes de que lo vayas
a ofender.
Si alguien te monta la llanta del auto en 5 minutos,
recuerda que no es el tiempo del trabajo, sino la importancia de ese trabajo.
Porque sin la llanta, ¿Para dónde vas?
Mateo 7:1-2 No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con
el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os
será medido
Apocalipsis 22:12 He aquí yo
vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su
obra.
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