Un pastor se fue
como misionero para el África y abrió una obra. Después de doce largos años se
sitio triste porque siempre le predicaba a su esposa y a sus dos hijos. Un día,
llorando en oración, le dijo a Dios; “Señor
he fracasado, no me he podido ganar una sola alma para ti, soy un desastre como
predicador, he perdido doce años de mi vida y no se ha convertido ni una sola
persona. Señor perdóname por ser un mal ministro, y un mal pastor.”
Aquel hombre cayó al suelo envuelto en sus
lágrimas y sus gemidos, estaba tan confundido y afligido, que no tenía fuerzas
ya para continuar. De pronto escucho una dulce y suave voz al oído, que le
dijo: “Siervo mío, ¿porque te sientes así?
tú no has perdido el tiempo, y nunca has estado solo, siempre he estado
contigo. Estos doce años han sido de aprendizaje, ya conoces el idioma y lo
manejas a la perfección. Yo ensancho hoy tu casa y prospero la obra de tus
manos, y serán muchos los que se convertirán por tu esfuerzo y tu dedicación. Me
he gozado de tu honestidad, y en lo poco me has sido fiel. A pesar de tantas
necesidades nunca te has quejado. Ya las vacas flacas pasaron ahora vienen las
bendiciones retenidas.”
De pronto aquel
pastor escucho que tocaban la puerta como desesperadamente. Cuando abrió, vio
una cantidad de personas que le decían “Pastor
como hoy es la escuela dominical y usted en los doce años que lleva aquí,
primera vez que no abre la iglesia. Nos preocupamos y vinimos a ver si le
pasaba algo a usted o a su familia. Siempre hemos escuchado sus predicas desde
nuestras casas.”
Organizaron las
sillas y empezó el servicio. Y aquel pastor que empezó la obra en una casa, ahora
tenía toda la vecindad escuchando y creyendo en el mensaje de Cristo. Y cada
día crecía más la obra de Dios.
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¿Cuánto tiempo
llevas orando por una petición y piensas que el Señor no te escucha?
El ser humano,
avece, se desespera porque no encuentra respuestas a sus oraciones. Piensa que
Dios no les escucha, que están perdiendo el tiempo en orando por algo que no
recibirán. Pero quiero que sepas que el Señor escucha tu ruego y tus oraciones.
Y más que todo, él ve cuanto estás haciendo por su obra, y eso será
recompensado por parte de Dios.
Todo tiene su
tiempo y su orden en el Señor. La mayor parte de la humanidad viene al Señor en
medio de la angustia y el dolor, pero no en forma de agradecimiento, con amor,
humildad, humillación, reconociendo que él es Dios y merece honra y adoración.
Muchos no entienden que para que el Señor nos escuche tenemos que llamarlo
primero, buscarlo, llamar su atención como lo hizo la mujer del flujo de
sangre. Él escucha al corazón arrepentido, contristo y humillado. Por eso es
que muchas veces sentimos que el Señor no nos escucha.
Dice el Señor en
su palabra, en Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te
enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Primeramente hay que
ir a él en reverencia. Luego tienes que pedir con fe y creyendo que has
recibido lo pedido, aunque hayan pasado varios años. El Señor tiene el tiempo
perfecto para las cosas. También debes esperar para saber si tu oración es un
antojo tuyo o si es la voluntad de Dios. El Señor no te dará nada que no esté
en su voluntad, porque en vez de bendición puede ser de maldición. Dice en 1 Juan 5:14 "Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme
a su voluntad, él nos oye."
Si has puesto tus
manos en el Señor y has trabajado para él, te aseguro que ese trabajo no será
en vano; pronto tendrás tu recompensa. Pero si alguna petición tienes delante
del Señor, solo cree que ya lo has recibido, y no dudes en ningún momento.
Si llevas años o
largo tiempo pidiéndole al Señor por tus familiares, o por alguna petición en
especial, cree que ya lo has recibido. Solo ten fe y espera en el Señor, porque
solo él puede complacerte y cumplir tus oraciones. Solo cree en él y él lo
hará. ¿Cuándo? Cuando él crea que es el mejor momento.
Lucas 11:9 Y yo os digo: Pedid, y se os
dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Mateo 21:22 Y todo lo que pidiereis en
oración, creyendo, lo recibiréis.
Marcos 11:24 Por tanto, os digo que todo
lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Pepe, cada una de tus reflexiones son una fuente de amor, de inspiración, de energía, de esperanza para cada uno de tus lectores. Como bien dices en "LA HISTORIA DE UN PASTOR: "Todo tiene su tiempo y su orden en el Señor".
ResponderBorrarTenemos que dar gracias a Dios por todo, todos los días; por lo bueno, por lo que creemos que no es bueno. Dios sabe el por qué de las cosas y todo vendrá cuando Él disponga que así sea.
Te felicito, amigo, Dios te ha dado esos talentos especiales para llevar su palabra. Dios te bendice a ti y a los tuyos.
Tu amiga de siempre,
Yolanda Van Derdys-Ortiz
Educadora y comunicadora social
Saludos Yolanda,
BorrarGracias por tus lindas palabras. Yo le doy toda la gloria a mi Dios, quien me inspira a seguir escribiendo mensajes con sentidos que puedan ser de ayuda y estimulo a los demás.
Gracias por siempre brindarme tu apoyo, desde la Revista Elite hasta ahora.
Que el Señor te bendiga mucho, a ti y tu familia.
Tu amigo de siempre,
Pepe Luis Pedraza
Wow!una reflexion con sabiduria de lo alto...adelante en Cristo...saludos desde Cidra , Puerto Rico.Enib B. Pedraza
ResponderBorrarGracias Enid,
BorrarLa gloria es para el Señor. Saludos a la gente de mi pueblo Cidra.
Dios te bendiga mucho,
Pepe Luis Pedraza
Wow!una reflexion con sabiduria de lo alto...adelante en Cristo...saludos desde Cidra , Puerto Rico.Enib B. Pedraza
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