Cazando Monos en África
¿Sabes cómo cazan al mono en África? Tienen una manera
muy ingeniosa.
Atan bien fuerte al árbol una bolsa de piel con arroz,
la comida favorita del mono.
En la bolsa hay un agujero de tamaño tal que por allí
pueda pasar justamente la mano del mono, pero una vez lleno el puño de arroz,
no pueda sacarla de nuevo.
¡Pobre mono! va al árbol, mete la mano en la bolsa y
la llena con la exquisita comida que tanto aprecia, la cual desea tener. Sí,
pero, no puede sacar el puño a menos que suelte lo que lo tiene atrapado.
En ese momento sale del escondite el cazador; el pobre
mono grita, salta, se debate tratando de sacar su alimente antes que lo
atrapen, pero todo es en vano. El cazador lo apresa. Y el tonto mono nunca
pensó que con solo abrir la mano y soltar el botín, él estaba a salvo.
¡Ah, sí! Pero prefiere el cautiverio, prefiere la
muerte, antes que desprenderse del botín.
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¿Alguna vez te has sentido atrapado por algo que sabes
que no te deja echar para delante, y no sabes cómo soltarlo?
Podría escribir de tantas cosas referente a este tema,
pero necesitaría un libro, solamente para el tema. Por lo tanto, me voy a
limitar en escribir referente a las cosas que nos atrapan y nos atan de tal
forma que no nos dejan movernos para acercarnos más al Señor.
Dice la palabra en el libro de Juan 8:31-32 “Dijo entonces
Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la
verdad os hará libres.” Fíjense que el Señor sabía que la esclavitud y
condición humana, espiritualmente hablando, estaba decayendo porque la gente no
permanece en su palabra. Hoy día es mejor tergiversar la palabra de Dios y
ponerla a la forma que a uno le agrada, antes que obedecerla y hacer lo que en
ella está escrito.
¿Qué no te deja llegar a los caminos del Señor? ¿Qué
es lo que no teja dar un paso hacia al frente para llenarte más de su espíritu?
Podría ser unas de estas cosas: Los video juegos, la
computadora, la internet, el celular, la televisión, tu pareja que no quiere
saber nada del Señor, tus hijos que no quieren llegar al templo y tú tampoco
llegas para quedarte con ellos, el adulterio, la fornicación, el alcohol, los
vicios, la cama que te abraza y tú eres muy débil para luchar con una simple sábana,
los libros que prefieres leer antes que leer la biblia o algún libro de
escritos espirituales; la lista podría ser larguísima.
El enemigo de las almas quiere atraparnos. Él pone la
trampa con lo que más nos gusta, y la pone de una forma que no podamos escapar.
Pero ¿sabes qué?, eso es mentira. Lo único que tienes que hacer es dejar lo que
te aleja del Señor y ya eres libre para seguirlo. El enemigo no ata tus manos,
lo único que ata es tu mente y tu corazón hacia lo que deseas más que al Señor.
Sin embargo, lo único que tienes que hacer es SOLTAR. Suelta lo que te atrapa;
apaga la tv, la computadora, los video juegos. Suelta lo que te ata y proponte
en tu corazón buscar de Dios y de todo lo que te ayuda a llegar a él. Lee su
palabra y vívela, ora, ayuna, llégate a la casa de Dios, búscalo de todo
corazón, y verás cómo todo cambia en tu vida. Solo suelta lo que te ata.
No digas, por excusa, que vas a ver la predicación en la
televisión o que la vas a escuchar por la radio, con tal de no llegar a la casa
de Dios. No digas que vas a ver una película cristiana, como excusa para no
leer la palabra de Dios.
El Señor está dispuesto ayudarte y bendecirte, pero
esa bendición no es para cualquiera. En el libro de Mateo capítulo 15 vemos cómo
una mujer llegó a Jesucristo y le clamó por su hija, y la respuesta de Jesús
fue (ver. 26) “No está bien tomar el pan
de los hijos, y echarlo a los perrillos.” En otras palabras; él no les da
sus bendiciones a aquellos que no le buscan ni quieren saber de él. Pero su
misericordia es tan grande que con solo mirar un corazón contristo y humillado
él lo atiende, lo escucha y lo bendice. ¡Que hermoso es nuestro Señor!
No permitas que las cosas de este mundo sean las
causantes de tu alejamiento del Señor. No te dejes atrapar por ninguna de
ellas. El Señor quiere que seamos libre para él. Suelta lo que te ata y busca
del Señor, porque Él tiene cosas grandes para ti.
Mateo 6:33-34 Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana
traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
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