El Tiempo
Un hombre decidió pasar algunas semanas en un
monasterio de Nepal.
Cierta tarde entró en uno de los numerosos templos de
la región y encontró a un monje sentado en el altar, sonriendo. Le preguntó por
qué sonreía. “Porque entiendo el
significado de los plátanos”, fue su respuesta.
Dicho esto, abrió la bolsa que llevaba, extrayendo de
ella un plátano podrido. “Esta es la vida que pasó y no fue aprovechada en el
momento adecuado; ahora es demasiado tarde.”
Seguidamente, sacó de la bolsa un plátano aún verde,
lo mostró y volvió a guardarlo. “Esta es la vida que aún no sucedió, es
necesario esperar el momento adecuado.
Finalmente tomó un plátano maduro, lo peló y lo
compartió con él. “Esta es la vida en el momento presente. Aliméntate con ella
y vívela sin miedos y sin culpas.
*******
¿Cómo has aprovechado tu vida?, tanto en lo personal
como en lo espiritual.
Vivimos en tiempos difíciles donde la economía y los
empleos van escaseándose cada día más. Por tal razón tenemos que buscar la
forma de prepararnos y buscar alternativas para seguir prosperando y echando
para delante. No podemos dejarle todo a Dios en sus manos. Mientras nosotros
podamos hacer las cosas tenemos que hacerlas y Dios nos ayudará. Pero si hay
situaciones en las que no podamos hacer algo, entonces Dios lo hará por
nosotros; si tienes fe.
Tomando el ejemplo de los plátanos en la anécdota
podemos hablar de varios puntos:
El Plátano Podrido: Cada día que pasa hay muchos que
viven a su manera, esperando, a ver qué sucederá el día de mañana. No trazan
metas, no trazan planes, no estudian, no aprenden ningún oficio, si se quedan
sin empleo no buscan la forma de aprender algo nuevo para superarse en otras
cosas, no se preparan para hacer algo que les sea de bendición; en otras
palabras, no hacen nada. Cada semana de cobro se va en pagos y alimentos, pero
no pueden disfrutar la vida porque el sueldo no le da y tampoco ellos se mueven
a buscar una nueva bendición. Su vida va de derrota en derrota y así mueren. Se
van de este mundo de la misma forma que llegaron; sin nada.
Dios quiere bendecirnos, pero primeramente tenemos que
buscar de Dios, entregarnos de corazón a Jesucristo, y luego pedimos por su
ayuda, y les aseguro que él nos ayudará. Pero nosotros tenemos que dar el
primer paso. Hay que aprovechar la vida, hay que disfrutar los momentos que
Dios nos ha dado. Esos momentos no se aprovechan en derrotas y depresiones, eso
se aprovecha en el Señor, llenos de bendiciones. Dios no puede contar con una
persona que no está dispuesta a trabajar y luchar por lo que quiere, porque no
le es útil para su obra.
El Plátano Verde: Hay quienes se encuentran en tiempos
de preparación. Los que aún no pueden hacer mucho, porque no están preparados,
pero que se están preparando. No se puede llegar a la madures si no hay
preparación. Hay que mantenerse en el camino que va hacia la meta, hacia el
triunfo, hacia la bendición. Dios mira a esos corazones dispuestos a superarse,
porque esa clase de gente puede ser de mucha bendición para su obra.
El Plátano Maduro: Hay quienes ya están listos para
trabajar. Listos para enfrentarse a la vida, y más que todo, para disfrutarla.
Esta es la persona que Dios busca para comenzar a trabajar en la obra del
Señor, porque ha demostrado preparación y madures. Tenemos que mirar hacia el
frente. No podemos cerrar los ojos, porque en un abrir y cerrar de ojos muchas
cosas pueden pasar. Tenemos que estar sobrios y despierto en todo tiempo.
Mirando por cada oportunidad que se presenta, sea en lo personal o en lo
espiritual.
El Señor está buscando obreros para su obra. Él cuenta
con gente, no llena de estudios, pero llenas del Espíritu Santo. Porque si
están llenas del espíritu podrán ser dirigidas por el Señor. Pero si están
llenas de letras y no del espíritu hablarán y dirán los que a ellos les
parezca, lo que creen y lo que ellos piensen, y no lo que Dios verdaderamente
enseña en su palabra.
Si quieres ser parte de la obra de Dios, tienes que
madurar en el Señor y en tus pensamientos. Si quieres prosperar en la vida, necesitas proponértelo y hacerlo. Pero ponte en las manos del Señor y verás el
llamado de Dios para su obra, y la victoria en tu vida.
Juan 10:10 ...; Yo he venido para que tengan vida, y
para que la tengan en abundancia.
Efesios 5:16 Aprovechando bien el tiempo, porque los
días son malos.
Lucas 10:2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha,
más los obreros pocos; …
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