Un Ataque de Odio

Un hombre nacido en Estados Unidos, quien respondía por el nombre de Omar Mateen, quien había prometido lealtad a ISIS, abatió a tiros a varias personas la madrugada del domingo 12 de junio, en la discoteca gay “Pulse” en Orlando, Florida. Esto ha sido uno de los tiroteos más mortífero en los Estados Unidos y uno de los peores ataques terroristas de la nación desde el 9/11, según dijeron las autoridades.

Un antiguo compañero de trabajo dijo que el tirador de Orlando, Omar Mateen, con frecuencia hizo comentarios racistas y homofóbicos, pero la compañía decidió no actuar en repetidas quejas debido a que Mateen era musulmán.

Según el reporte, Mateen había matado a 49 personas e hirió a otras 53.

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¿Hasta dónde puede llegar el odio de un ser humano por los demás? ¿Qué motivo o razón puede tener una persona para descargar alguna ira contra otra? Aunque toda esta historia se está tornando hacia lo terrorista, mi punto de vista se va hacia lo homofóbico y el odio hacia los demás, cuyo pensamiento y sentir es diferente a otros.

Todos en este mundo somos diferente; pensamos diferentes, sentimos diferentes, y hasta nuestras propias opiniones y puntos de vista son diferentes. Todo el mundo tiene la razón en todo, a la misma vez que todo el mundo está equivocado y ninguno tiene la razón. Entonces, ¿A qué punto de vista señalaremos esta reflexión? Hacia el amor por los demás; sin importar raza, color, religión, o preferencia sexual.

El que tú pienses diferente que yo no me da el derecho para yo lanzar ataques hacia tu persona, y mucho menos el querer quitarte la vida. Tú tienes tus razones y yo tengo las mías, pero ni tu ni yo tenemos el derecho de declarar lo correcto, sabiendo que ambos somos diferentes.

Yo soy Cristiano; con letra mayúscula. Me siento muy orgulloso de servirle al Señor. Oro por todos los míos, y por los que me piden la oración. Busco las formas de agradarle a todos, pero más que todo, a Dios. ¿Ya por eso soy el mejor? ¿Por eso tengo que atacar en forma de odio a todo aquel que no sea o piense como yo?

Dios nos ama a todos. Porque él es amor. Nuestro trabajo es imitarlo a él. Tenemos que amar aún a aquellos que no piensan igual que nosotros. Todos somos humanos y hechuras por parte de Dios. La humanidad se va perdiendo más cada día. No podemos seguirle los pasos o imitar a aquellos que viven una vida de odio hacia los demás. Eso no lo aprendimos de Cristo. Él nos enseñó lo que era amar al prójimo.

Hoy día uno de los ataques de odio es para aquellos que tienen una preferencia sexual por su mismo sexo. Esos ataques vienen tanto por cristianos como por los no-cristianos. ¿Por qué tanto odio? Eso no nos lleva al lugar santo de Dios.

El trabajo de cada uno es buscar de Dios, llenarse de su espíritu, y ser imitadores de Cristo; en amor, compasión, y respeto hacia los demás. Jesucristo nos dijo en el libro de Juan 13:34-35 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” Eso es lo que el Señor quiere para con nosotros. Él es amor, y por eso quiere que demos amor.

Debemos orar los unos por los otros, y orar por aquellos que no tienen al Señor, para que la luz de Cristo los ilumine y se den cuenta del mal camino en el que están caminando. Pero respetemos la opinión de los demás, la cual no nos incumbe a nosotros. El Señor es quien juzga y decide el tiempo de nuestras vidas. Nuestro trabajo es orar por todos.

Efesios 4:17-19 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.