El Indio
Él decía: - Dentro
de mí, existen dos cachorros. Uno de ellos es cruel y malo, y el otro es bueno
y dócil. Los dos están siempre luchando.
Entonces le preguntaron cuál de ellos era el que
acabaría ganando.
El sabio indio guardó silencio un instante, y
después de haber pensado unos segundos respondió:
- Aquel a
quien yo alimente.
*******
¿Cuántas veces has estado en la batalla de tus
pensamientos, sin poder tomar una decisión, o sin poder lograr lo que quieres?
Encontré una lista en la internet que demuestra
dos caras en el ser humano. Aquí la comparto con ustedes para que ustedes
mismos evalúen lo que llevan dentro.
En la vida hay dos clases de personas a cuál
perteneces;
- Los que pasan la vida soñando y los que dan
vida a sus sueños.
- Los que sueñan con logros y los que logran
sus sueños.
- Los que siguen las huellas y los que las
dejaron.
- Los que ven para poder creer y los que creen
antes de ver.
- Los que te pisan al subir y los que suben a
ayudar.
- Los que te dan confianza y los que te la
quitan.
- Los que dan sin pedir a cambio y los que te
piden el cambio.
- Los que escogen una de dos y los que toman
las dos.
- Los que se asoman por la ventana y los que se
salen por ella.
- Los que hacen, se reproducen y mueren y los
que nacen, producen y nunca mueren.
Nosotros somos los que decidimos quienes
queremos ser. Hay muchos que desearían ser algo o alguien en la vida, pero por
cualquier razón no lo han podido lograr. Sé de gente que han tenido grandes
sueños para realizar, pero se han detenido en el intento, muchos, ni siquiera,
han comenzado a caminar en busca de ese sueño. Luego, al pasar de los años, se
lamentan el no haber luchado lo suficiente.
El apóstol Pablo dijo una vez, en el libro de Romanos 7:15 “Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo
que aborrezco, eso hago.” Él mismo
sabía que dentro de su ser había una batalla entre lo que él quería hacer y
entre lo que él hacía. Porque una cosa es el querer, pero otra es el hacer.
Nunca lograremos hacer lo que queramos, si no comenzamos a mirar el camino que
nos lleva a la meta, y luego caminar por él.
Dios está dispuesto ayudarnos en todo lo que
emprendamos, pero hay quienes quieren que sea Dios mismo el que haga las cosas
por ellos. Una cosa es que yo pase horas y horas orando por alguna petición, y
otra es que yo ore y me levante a luchar por esa petición. Tú tomas tus propias
decisiones.
Yo mismo me pongo por ejemplo de eso. Cuando
llegó a mi corazón el anhelo de poner todas mis reflexiones en un libro, al
principio lo vi un poco pesado, puesto que tenía que invertir tiempo en la
computadora; preparando, juntando los temas, editando el libro de forma que se
viera organizado con todos los temas, y cuando tú eres una persona ocupada, y
vienen todos esos pensamientos, lo primero que piensas es “eso es mucho
trabajo, mejor no hago nada”, y ahí se tronchan los sueños. Pero, gracias a
Dios, luché contra esos pensamientos y comencé a alimentar mis pensamientos positivos.
Oré a Dios que me ayudara, hasta que lo logré; tanto así que ya tengo varios
libros de reflexiones, y Dios me inspiró a escribir otro libro, el cual él me
ayudo a realizar.
¿Qué estas alimentando dentro de ti? ¿Los
pensamientos positivos o los negativos? ¿Lo que interfiere con tus sueños o
meta, o lo que te fortalece a seguir hacia delante? Lucha por alcanzar lo que
te has propuesto. Busca la ayuda del Señor para que lo puedas lograr. Entonces podrás
decir “Eben-ezer; hasta aquí nos ha ayudado Dios”.
Pon tus pensamientos en las manos del Señor.
Mantente positivo, y no permita que tu corazón se corrompa a causa de una mala
decisión.
Proverbios 16:3 Encomienda
a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.
Isaías 26:3 Tú
guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en
ti ha confiado.
Proverbios 4:23 Sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.
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