El Indio

Un anciano indio describió una vez sus conflictos interiores:

Él decía: - Dentro de mí, existen dos cachorros. Uno de ellos es cruel y malo, y el otro es bueno y dócil. Los dos están siempre luchando.

Entonces le preguntaron cuál de ellos era el que acabaría ganando.

El sabio indio guardó silencio un instante, y después de haber pensado unos segundos respondió:
- Aquel a quien yo alimente.

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¿Cuántas veces has estado en la batalla de tus pensamientos, sin poder tomar una decisión, o sin poder lograr lo que quieres?

Encontré una lista en la internet que demuestra dos caras en el ser humano. Aquí la comparto con ustedes para que ustedes mismos evalúen lo que llevan dentro.

En la vida hay dos clases de personas a cuál perteneces;
- Los que pasan la vida soñando y los que dan vida a sus sueños.
- Los que sueñan con logros y los que logran sus sueños.
- Los que siguen las huellas y los que las dejaron.
- Los que ven para poder creer y los que creen antes de ver.
- Los que te pisan al subir y los que suben a ayudar.
- Los que te dan confianza y los que te la quitan.
- Los que dan sin pedir a cambio y los que te piden el cambio.
- Los que escogen una de dos y los que toman las dos.
- Los que se asoman por la ventana y los que se salen por ella.
- Los que hacen, se reproducen y mueren y los que nacen, producen y nunca mueren.

Nosotros somos los que decidimos quienes queremos ser. Hay muchos que desearían ser algo o alguien en la vida, pero por cualquier razón no lo han podido lograr. Sé de gente que han tenido grandes sueños para realizar, pero se han detenido en el intento, muchos, ni siquiera, han comenzado a caminar en busca de ese sueño. Luego, al pasar de los años, se lamentan el no haber luchado lo suficiente.

El apóstol Pablo dijo una vez, en el libro de Romanos 7:15Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.”  Él mismo sabía que dentro de su ser había una batalla entre lo que él quería hacer y entre lo que él hacía. Porque una cosa es el querer, pero otra es el hacer. Nunca lograremos hacer lo que queramos, si no comenzamos a mirar el camino que nos lleva a la meta, y luego caminar por él.

Dios está dispuesto ayudarnos en todo lo que emprendamos, pero hay quienes quieren que sea Dios mismo el que haga las cosas por ellos. Una cosa es que yo pase horas y horas orando por alguna petición, y otra es que yo ore y me levante a luchar por esa petición. Tú tomas tus propias decisiones.
Yo mismo me pongo por ejemplo de eso. Cuando llegó a mi corazón el anhelo de poner todas mis reflexiones en un libro, al principio lo vi un poco pesado, puesto que tenía que invertir tiempo en la computadora; preparando, juntando los temas, editando el libro de forma que se viera organizado con todos los temas, y cuando tú eres una persona ocupada, y vienen todos esos pensamientos, lo primero que piensas es “eso es mucho trabajo, mejor no hago nada”, y ahí se tronchan los sueños. Pero, gracias a Dios, luché contra esos pensamientos y comencé a alimentar mis pensamientos positivos. Oré a Dios que me ayudara, hasta que lo logré; tanto así que ya tengo varios libros de reflexiones, y Dios me inspiró a escribir otro libro, el cual él me ayudo a realizar.

¿Qué estas alimentando dentro de ti? ¿Los pensamientos positivos o los negativos? ¿Lo que interfiere con tus sueños o meta, o lo que te fortalece a seguir hacia delante? Lucha por alcanzar lo que te has propuesto. Busca la ayuda del Señor para que lo puedas lograr. Entonces podrás decir “Eben-ezer; hasta aquí nos ha ayudado Dios”.

Pon tus pensamientos en las manos del Señor. Mantente positivo, y no permita que tu corazón se corrompa a causa de una mala decisión.

Proverbios 16:3 Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.

Isaías 26:3 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.


Proverbios 4:23 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.


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