Las dificultades de la vida

Cuando Aarón tenía siete meses de edad, él dejó de ganar peso. Unos pocos meses después, su cabello comenzó a caerse.

Al principio, los médicos le dijeron a los padres de Aarón que él iba a ser bajito de adulto, pero que por lo demás, era normal. Luego un pediatra diagnosticó el problema como progeria, o rápido envejecimiento.

Justo como predijo el pediatra, Aarón nunca creció más allá de 91 cm (3 pies) de estatura, no tuvo cabello en su cabeza o cuerpo, lucía como un viejito mientras aún era niño, y murió de edad avanzada al principio de su adolescencia.

Su padre era un rabino, sintió un profundo y doloroso sentido de injusticia.

Alrededor de un año y medio después de la muerte de Aarón, el padre llegó a comprender que a ninguno de nosotros se nos promete en algún momento una vida libre de dolor y desengaño. Más bien, lo más que se nos ha prometido es que no tenemos que estar solos en nuestro dolor y que podemos obtener fuerzas y coraje de una fuente externa.

Él llegó a la conclusión de que Dios no causa nuestras desgracias, sino más bien, nos ayuda inspirando a otros a que nos ayuden.

Hay un libro que se titula: Cuando cosas desagradables suceden a personas buenas. El autor dice: Yo pienso en Aarón y todo lo que su vida me enseño; comprendo cuánto he perdido y cuánto he ganado. El ayer parece menos doloroso, y no tengo temor al mañana.

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¿Has pensado alguna vez “Por qué el Señor permite las cosas”?

Si miramos a nuestro alrededor vemos a gente que han nacido con problemas médicos, que llevan a uno a muchos a pensar ¿Por qué Dios ha permitido que esa persona o niño nazca así? Si Dios hace las cosas perfectas, ¿Cuál es la razón por la cual tenemos gente que nacen con tantas enfermedades, o defectos?

Primeramente, les quiero aclarar que Dios, desde la creación, ha hecho todas las cosas perfectas. Dice en Génesis 1:26 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; …” Dios comenzó la creación del hombre tomándose a él y a su hijo, Jesucristo, como ejemplo de semejanza. Él creó un hombre perfecto y una mujer perfecta. Pero el hombre y la mujer se corrompieron, le fallaron a Dios, y desde entonces hemos visto las consecuencias del pecado.

No hay nada más triste que ver niños nacidos con deformes o enfermedades severas. Lo mas triste es que muchos de esos hijos son hijos de cristianos que le sirven a Dios en espíritu y verdad. Entonces, ¿Por qué ha nacido así, si sus padres son rectos ante Dios?

No todas las veces que eso ocurre es porque Dios lo ha permitido, sino porque muchos padres así lo han concebido. Talvez lo han concebido bajo embriagues o drogas. Talvez la madre tenía una condición de la cual no se cuidó y eso creo algún deforme o trastorno en la criatura. Hay madres que en su embarazo no se cuidan y no les importa lo que coman o beban, solo piensan en ellas, y al final vemos las consecuencias. Hoy día vemos una alta cantidad de niños con autismo, y la gente no entiende el por qué; ni aun los médicos lo entienden.

Pero, ¿qué tal de los que los padres están bien, y se han cuidado para tener una criatura saludable? ¿Por qué sus hijos nacieron con dificultades? La respuesta se encuentra en la palabra de Dios. En el libro de Juan, capítulo 2, dice la palabra que había un niño ciego, y los discípulos le preguntaron a Jesús en los versículos 2-3 "¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él". Ese es el secreto. Si la gente entendiera que el Señor es un Dios de milagros y poder, la gente buscaría más de Dios y le presentarían a sus hijos, creyendo, con fe, que Dios les sanará, y el Señor los sanaría. Pero hay que creerle a Dios.

La vida viene llena obstáculos y dificultades, vamos a usarlas como escalones para fortalecernos y lograr mayores victorias en el Señor. No te olvides que Jesucristo mismo llevó nuestras enfermedades en la cruz (Isaías 53:4).

Dios no se agrada del mal de nadie. Dios quiere que la humanidad confié y crea en él. Él no ha dejado de trabajar para nosotros, siempre nos demuestra su amor. Demuéstrale que lo amas, que crees, y confías en él, y verás muchos milagros en tu vida.

Isaías 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.