El Lanzador de Discos
Un atleta escocés del siglo XIX hizo un disco de hierro basándose en una descripción que leyó en un libro. Lo que no sabía era que el disco usado en la competencia oficial estaba hecho de madera y sólo tenía un anillo exterior de hierro. El suyo era de metal sólido y pesaba tres o cuatro veces más que los que usaban los otros lanzadores.
Según el escritor John Eldregde, el hombre señaló en un campo de su casa lo que hasta ese momento era la marca en distancia, y entrenó día y noche para alcanzar esa marca. Trabajó durante años hasta que pudo batir la marca. Entonces llevó su disco de hierro a Inglaterra para su primera competencia.
Cuando llegó a los juegos le entregaron el disco oficial. Fácilmente batió una nueva marca. Durante años fue campeón invicto. Este hombre entrenó, bajo una pesada carga y mejoró por ello.
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¿Cuán fuerte te estás preparando para lograr tus metas?
Hay gente que desean lograr sus metas recostado en el sillón o la cama, sin hacer el mínimo esfuerzo para alcanzarlas. Ellos piensan que todo le caerá del cielo, que no tienen que estudiar, que no tienen que entrenar, que lo único que necesitan es cogerlo suave y con calma, y verán sus sueños hecho una realidad. ¡Qué pena me da con ellos! Dice la palabra en Proverbios 18:9 “También el que es negligente en su trabajo es hermano del hombre disipador.”, porque el vago destruye sus sueños y el malgastador destruye lo que ya está realizado.
Eso no solo ocurre en la vida secular, también ocurre en la vida espiritual. Yo he escuchado de gente que su anhelo es ser evangelistas, pastores, predicadores de la palabra, en fin, quieren servirle al Señor. Pero ellos no oran, no se congregan en una iglesia, no escudriñan las escrituras, no le hablan a nadie de Dios, entonces ¿Cómo Dios puede contar con ellos para llevar el mensaje de su palabra? Dice en el libro de Proverbios 13:4 “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada.” No se puede lograr nada si no nos esforzamos para lograrlo. Muchos viven mirando el sueño del vecino, pero no se dan cuenta que su propio sueño está espero por ellos, para poder ser realizado.
Tenemos que prepararnos, esforzarnos, hacer más de lo que debemos hacer, con tal de que cuando lleguemos a la meta no lleguemos fatigados, sino, listos para disfrutar de la victoria. En la biblia hay muchas palabras de motivación, pero las palabras que Dios le dijo a Josué en Josué 1:7-8 es el mejor consejo que podemos recibir de parte de Dios. Él le dijo a Josué “Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Vean que hermoso consejo, con promesa, podemos seguir para lograr las cosas con éxito.
La clave es esforzarnos con valentía, todo bajo la ley y en orden, sin apartarnos de la palabra de Dios, meditando y haciendo lo que en ella se encuentra, y de esa forma prosperaremos, y todo nos saldrá bien. ¿Qué más podemos pedir, si en Cristo lo tenemos todo?
Talvez pienses que tienes una carga muy pesada con tus estudios o prácticas, pero eso es parte del progreso y la educación. Todo camino tiene su final, tus esfuerzos pueden ser solo el comienzo de una larga carrera, la cual, al final, te dará muchas bendiciónes.
1Pedro 5:10 Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia. Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá.
Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
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