Todos son Importantes
Cierto día, un
capitán de barco y su rudo jefe de ingenieros conversaban. Empezaron a discutir
sobre quién era más importante de los dos para que el barco navegara.
Como la discusión
se tornó acalorada, el capitán decidió que por un día cambiarían de trabajo. El
jefe de ingenieros estaría en el puente de mando y el capitán en la sala de
máquinas.
A sólo unas pocas
horas de haber iniciado el experimento, el capitán salió de la sala de
máquinas. Venía sudado y sus manos, su cara y su uniforme estaban llenos de
grasa y aceite.
- Jefe, le dijo, creo
que tiene que venir a la sala de máquinas. No puedo hacer que los motores anden.
- Por supuesto que no puede, le dijo el jefe de ingenieros. Acabo de encallar el barco.
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¿Has estado,
alguna vez, en una situación donde te has puesto a pensar si tu labor es tan importante
como parece?
Todo lo que
hacemos es importante. Tal vez haya quien piense que nuestra labor o desempeño
no sea tan importante, pero eso es porque tal persona no sabe valorizar el
trabajo de los demás.
Yo no podría decir
que la labor del hombre que sale a trabajar a diario es más importante que el
de la esposa que se queda como ama de casa; porque ambos trabajan igual de
fuerte, ambos realizan la labor que la otra persona no hace.
¿Cómo le podemos
decir al oído que es más importante que el ojo? O ¿Cómo decirle a la nariz que
es más importante que el oído? O ¿Cómo decirle
a las manos que son más importantes que los pies? Todos esos miembros son
importante; cada cual tiene su propia, y muy importante, función. Y mayor que
todo, ninguno de los miembros podrán funcionar si no forman parte de un mismo
cuerpo.
Hay quienes
piensan que no son tan importante, y por eso denigran de su propia persona.
Muchos quieren ser tan humildes que le quitan valor a su propio ser para darle
más valor a otra persona. Avece, sin darse cuenta, quieren aparentar ser
mejores que Dios, cuando actúan de manera tan servicial.
Hay gente que
piensan que, por el solo hecho de tener un doctorado ya son más importante que
el que tiene solo un bachillerato, un asociado, o alguna certificación. Pero pregúntale
a los médicos, abogados, e ingenieros, si no necesitan a alguien que le recorte
el cabello, porque ellos no saben hacerlo. Pregunte si ellos mismos pueden
resolver el problema de sus autos o el de sus computadoras. Pregúntele se ellos
se pueden construir sus propias casas, o arreglar cualquier problema de
electricidad o tubería. Todos necesitamos del uno y del otro. No importa a que
grado hayas llegado, lo que importa es cómo tú miras y tratas al que tiene un
grado diferente.
En el término
espiritual, el cristiano también es muy importante para la obra de Dios. No
importa la posición que tengas en la iglesia. Lo importante es que lo que tú
haces sea importante para Dios y de mucho beneficio para la obra. El hecho de que
seas pastor no quiere decir que eres mayor que los feligreses, porque sin ellos
no puedes ser pastor. Talvez tú le lleves la palabra de Dios, pero ellos son
los que limpian y atienden las situaciones en el templo.
Por esa misma razón
el profeta no puede decir que es mejor que el pastor, o el evangelista decir
que es mejor que el maestro, porque todos tienen diferente función, pero pertenecen
al mismo cuerpo.
Dice la palabra de
Dios en 1 Corintios 12:4-6 “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el
Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el
mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en
todos, es el mismo”.
Dios nos hizo de
manera diferente, pero con el mismo amor. Por tanto, nadie es mejor que nadie,
nadie es más importante que nadie. Con solo saber que fuimos hechos por parte Dios
es suficiente para saber que todos somos importante.
Valoriza el
trabajo de los demás, aunque pienses que el tuyo es mayor, porque sin realizar
el otro trabajo, el tuyo denigra de importancia. Recuerda que para Dios todos
somos igual de importante y nadie es mayor que nadie en el reino de los cielos.
Recuerda que, de la misma forma que necesitamos el sol, de esa misma forma necesitamos la lluvia.
1 Corintios 1:10 Os ruego, pues,
hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una
misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis
perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
Colosenses 2:2-3 para que sean
consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de
pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de
Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento.
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