Semillas Para Los Dones
Un hombre entró en un local y
vio a un señor en el mostrador. Maravillado con la belleza del lugar, preguntó:
- Señor, ¿que se vende aquí?
- Los dones de Dios. Le respondió el señor.
- ¿Cuánto cuestan? volvió a preguntar
- No cuestan nada. Aquí todo es gratis.
El hombre contempló el local y
vio que había jarros de amor, frascos de fe, paquetes de esperanza, cajitas de
salvación, mucha sabiduría, fardos de perdón, paquetes grandes de paz y muchos
otros dones.
El hombre, maravillado con todo
aquello, pidió: - Por favor, quiero el mayor jarro de amor, todos los jarros de
perdón y un frasco grande de fe, para mí, mis amigos y familia.
Entonces, el señor preparó
todo y le entregó un pequeño paquetito que cabía en la palma de su mano.
Incrédulo, el hombre dijo: - Pero,
¿cómo puede estar aquí todo lo que pedí?
Sonriendo, el señor le
respondió: - En el Local de Dios no vendemos frutos, sólo semillas. Plántelas.
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¿Cuántos dones de Dios has
recibido para tu vida?
Tener dones no es lo mismo que
tener frutos. Los dones son dados por el Señor a través del Espíritu Santo para
beneficio de vivir una vida agradable a Dios, haciendo buen uso de esos dones
para la honra del Señor, y para la edificación de la iglesia.
En el libro de los Hechos 2:38 “Pedro les dijo:
Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Pero ¿De qué
dones Pedro está hablando? La palabra de Dios hace mención de diferentes tipos
de dones. El libro de Romanos 12
hace señala algunos de ellos; el don de profecía, servicio, enseñanza,
exhortar, repartir, presidir, y el don de misericordia, entre otros muchos
dones. Pero, entendamos que, aunque haya diversidad de dones, el Espíritu de
Dios es el mismo (1 Corintios 12:4).
No es que algún don sea mayor que otro, sino que cada uno se usa de forma
diferente para la honra del Señor.
Dios quiere darnos los mejores
dones para nuestra vida, pero queda de nosotros si los queremos. Hay gente que
vive su vida vacía de la fe; todo es negativo en su vida, y no le piden a Dios
que aumente su fe y ponga ese don en su ser. Si una persona no tiene fe para nada, quiere decir que no
cree, y si no cree, ¿cómo podrá tener el don de la sanidad? Esos dones los
da Dios por el mismo espíritu para el que cree. Nuestro trabajo es hacerlos crecer, poner nuestra fe y creencia en Dios para que esos dones sean engrandecidos y de mucha bendición.
Dice la palabra en 1Corintios 12:31 “Procurad, pues, los dones mejores. Más yo os
muestro un camino aun más excelente. “Fíjese que la palabra nos exhorta a que
procuremos tener esos dones, aunque no todos tienen los mismos dones, pero
mayormente, debemos procurar buscar y seguir el camino de aquel que nos da los
dones, y no solo eso, hacerlo todo con amor, porque de nada nos vale pedir
dones si nuestro corazón está vacío de amor.
Procuremos ser más útiles en
nuestro hogar, familia, iglesia, y donde quiera que estemos. El mundo está
lleno de tanta criminalidad y vandalismo, y hace falta gente que haga la
diferencia en esta humanidad. Hace falta gente que llene este mundo con amor,
paz, y tranquilidad. Hace falta gente que muestre y eduque a los niños a tener
mejores valores.
Procura tener los mejores
dones, pero procura también seguir agarrado de las manos del Señor.
1Corintios 14:12 Así
también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en
ellos para edificación de la iglesia.
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