Mañana Será Mejor
Unos cuantos años antes de que el huracán Katrina
azotara Nueva Orleans, un costoso y nuevo automóvil se detuvo en la cima del
Puente del Río Mississippi y un caballero se bajó del mismo luciendo una
vestimenta muy costosa.
Se encaramó por sobre el barandal y por debajo del
puente hasta una plataforma debajo de la calzada preparándose para saltar. Los autos comenzaron a detenerse y el tráfico
se amontonó por millas. La policía
arribó con los bomberos, ministros y profesionales de la salud mental.
Un viejo jardinero se bajó de su camión y caminó hasta donde estaba reunida la multitud. Se abrió paso por entre la gente, miró hacia abajo y le gritó al hombre en el borde: “Oiga, tengo que llegar a mi trabajo; salte o bájese del puente. Si decide no saltar, mañana va a ser mejor.”
Con eso, el hombre subió de vuelta al puente. La policía lo esposó y le pusieron en el
asiento trasero del auto policial. El
jardinero caminó de vuelta a su camión esperando que se moviese el tráfico.
El ministro le preguntó al bombero: “¿Quién fue ese?” El bombero le contestó: “Dijo que tenía que ir a trabajar”.
La policía informó a la prensa que de camino al
hospital el hombre siguió repitiendo una y otra vez: “Mañana será mejor”.
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¿Te has preocupado tanto por alguna situación, que te
ha llevado a pensar que el asunto no tiene solución?
Estamos viviendo unos tiempos de mucha presión
cerebral. La falta de empleo, el aumento en el costo de vida, las malas
noticias, y tantas otras cosas, han hecho que mucha gente tome decisiones
drásticas para resolver sus asuntos, los cuales no se resuelven del todo.
Entre el pasado mes de agosto y principios de este
mes, septiembre, hemos recibido la visita de cuatro huracanes (Harvey, Irma,
José y Katia). Irma, por su parte,
se convirtió en el huracán más fuerte visto en la historia en el Océano
Atlántico, fuera del caribe y el golfo de Méjico, con vientos de 185 mph,
llegando a categoría 5. Irma y Jose,
el día 8 de este mes, hicieron record como la primera vez que existen dos
huracanes de categoría 4, moviéndose a la misma vez, con vientos de más de 150
mph; Irma iba rumbo a Florida, USA, y José rumbo a Bermudas.
El hablar de huracanes es de mucha preocupación para
mucha gente. Muchos mantienen vivo en sus memorias a huracanes pasados, por los
cuales pasaron tristes historias. Cada vez que mencionan que un huracán se
acerca no pueden evitar sentirse preocupados y comenzar a hacer memoria de los
huracanes pasados.
Tenemos que
saber que todo lo que ocurre en la naturaleza es provocado por Dios. Él tiene
el control de todo. Él sabe proteger a los suyos de toda tempestad. Nosotros lo
único que tenemos que hacer es creer que él está con nosotros, y que nada nos
pasará a nosotros, ni a los nuestros. Tenemos que confiar en el Señor.
Dice la palabra de Dios en Habacuc 3:17-18 “Aunque la
higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del
olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la
majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y
me gozaré en el Dios de mi salvación.” Aquí vemos que lo único que tenemos
que hacer es confiar en el Señor.
Nuestra “Isla del Encanto”, Puerto Rico, ha sido
bendecida y protegida por muchos de estos huracanes. No es que la isla sea la
favorita del Señor, sino que, en tiempos así, el pueblo se une a orar, a hacer
un clamor para que Dios haga un milagro y los proteja. En el internet se
encuentran videos de los clamores que el pueblo cristiano ha hecho por la isla,
y luego podemos ver los milagros que Dios ha hecho desviando los huracanes para
otros lugares. No es que Puerto Rico sea mejor, tenemos que decir que todo se
debe a la forma en que el pueblo de Dios se une a clamarle.
Los tiempos se pondrán más difíciles cada día, solo
nos queda orar y confiar en el Señor. No orar solamente por los nuestros, sino
también por los demás, por los países vecinos, y por los extranjeros.
Solamente piensa que, si clamamos al Señor, mañana
será mejor.
Salmo 37:4-5 Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.
Salmo 37:4-5 Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará.
Lucas 21:25-28
25Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;
25Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas;
26desfalleciendo los hombres por el temor y la
expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de
los cielos serán conmovidas.
27Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una
nube con poder y gran gloria.
28Cuando estas cosas
comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra
redención está cerca.
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