El billete de 20 dólares
Un profesor comenzó su conferencia sosteniendo en su
mano un billete de $20. En el aula había 200 estudiantes a quienes preguntó:
- ¿A quién le
gustaría tener este billete de $20? - Inmediatamente se levantaron muchas
manos.
El profesor entonces dijo: - Le voy a dar estos $20 a alguien. Pero primero déjenme hacer esto.
Procedió a estrujar el billete. Luego preguntó: - ¿Alguien lo quiere todavía? - Las manos
se levantaron nuevamente y en mayor número que antes.
- Bien –
replicó - ¿Qué pasa si yo hago esto?
Lo tiró al suelo y comenzó a pisarlo con su zapato. Lo levantó del piso, ahora
completamente aplastado y sucio.
- Ahora, ¿quién
de ustedes todavía lo quiere? Otra vez las manos de casi todos los
estudiantes se levantaron rápidamente.
Entonces dijo el profesor: - Mis alumnos, esta mañana ustedes han aprendido una valiosa lección. No
importa lo que le hice al billete, ustedes todavía lo deseaban, porque no había
perdido su valor. Todavía valía $20. Muchas veces en nuestras vidas, somos
pisoteados, estrujados, y enlodados por decisiones que hicimos y por las
circunstancias que se cruzaron por nuestro camino. Nos sentimos como si
fuéramos inservibles. Pero no importa lo que haya ocurrido o lo que ocurrirá,
ustedes nunca perderán su valor ante los ojos de Dios.
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¿Te has sentido despreciado, humillado, o ignorado,
por ser quien tú eres, o por como tú eres, o por lo que eres?
Son tanta la gente que vive sola, apartada de todo y
de todos, solo porque donde quiera que van se sienten despreciados. Sienten que
la gente los ignora, que nadie les quiere hablar, y por esas razones prefieren
mejor aislarse de todo el mundo. Pero, si tú eres de las personas que se
sienten así, quiero decirte que para Dios vales mucho, y él no te ignora, ni te
desprecia.
Dice la palabra en el libro de Job 36:5-7 “He aquí que Dios
es grande, pero no desestima a nadie; es poderoso en fuerza de sabiduría. No
otorgará vida al impío, pero a los afligidos dará su derecho. No apartará de
los justos sus ojos; antes bien con los reyes los pondrá en trono para siempre,
y serán exaltados.
Dios no es como los hombres. Los hombres perdonan,
pero no olvidan, no te miran, pero te señalan, no te hablan, pero hablan de ti,
no te saludan, pero acuchillean tu espalda. Gloria a Dios; Él no es así.
¿Quién no ha cometido algún error o alguna falla en la
vida? ¿Quién nunca ha pecado? Todos les hemos fallado a Dios. Todos somos
culpables de muchas cosas. Pero, se nos hace fácil juzgar a los demás y no nos
damos cuenta de que somos igual a quien juzgamos, o peor. Por lo tanto, sigue
hacia delante, buscando la guianza del Señor para ser cada día mejor. La gente
tratará de pisotearte o hablar mal de ti, pero no te preocupes, lo mismo
hicieron con nuestro salvador Jesucristo. Tal vez a ti te critican y te
ignoran, pero a Él lo mataron, sin haber hecho nada malo. Para Dios tú vales
mucho. Tu valor no se ha perdido delante de Dios. Él solo quiere que vayas a
él, que le demuestre tu amor por él y que le seas fiel, para él ponerte en
gracia delante de los hombres.
Dice la palabra de Dios en el libro de Lucas 14:11 “Porque cualquiera que se
enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.” Nuestro valor
no es por lo que somos, por lo que hemos logrado en la vida, si somos abogados,
doctores, o ingenieros. Nuestro valor ante Dios se establece en nuestra
conducta y muestra de amor hacia él. No es que el creyente o el cristiano valga
más que el no creyente y el no cristiano, sino que, la recompensa es mayor que
la de los demás. Es como el niño que ayuda en la casa y siempre está dispuesto
a seguir los mandatos de sus padres; ese niño recibe unas recompensas que el
niño malcriado no puede recibir. No quiere decir que el padre ama más al niño
educado, sino que la recompensa la da a aquel que la merece.
Por tanto, amigos y hermanos, cuando te sientas que el
mundo te desprecia, aun haciendo el bien delante de Dios y de los hombres,
recuerda que el Señor te ama, que no has perdido tu valor delante de él, que él
siempre está dispuesto ayudarte. No escuches las lenguas negativas llenas de
cuchillos dispuestas a matarte. Más bien, emprende tu camino, y sigue hacia
delante buscando de Dios cada día. Porque el Señor te ama, y quiere ayudarte.
Mateo 5:12 Gozaos y
alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así
persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
Salmo 37:4-6 Deléitate asimismo
en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová
tu camino, y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu
derecho como el mediodía.
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