Hoy es el día para caminar hacía sus sueños
El día que Jan
Than Vanlhel decidió construir una casa con botellas de vino vacías,
familiares, amigos y conocidos creyeron que estaba loco y le instaron a
desistir del proyecto. Jan Than no los escuchó. Sonreía al escucharles, pero
nada más.
La tarea fue
ardua. De día trabajaba como contador en una empresa inglesa. En las noches,
muy a pesar de su orgullo, salía hasta los sitios donde se concentraban los
desechos. Cada envase era guardado cuidadosamente, y luego en casa, almacenado
de acuerdo con el tamaño y la densidad del vidrio. Era un trabajo artesanal.
La estructura
comenzó a levantarse en un enorme terreno. Cada frasco era unido a otro con una
silicona especial. Lo difícil eran los vientos que en determinadas épocas del
año son demasiado fuertes. Las corrientes de aire producían la caída de las
paredes y columnas.
Al despertar la
mañana Jan Than se encontraba con la desagradable sorpresa de que tenía que
comenzar de nuevo. Sólo encontraba un montón de cristal roto. Sin embargo, se
reponía del desánimo y reemprendía la tarea.
Demoró tres años.
Lo logró. La construcción de tres alcobas, un baño y una cocina, fue por mucho
tiempo el atractivo de los visitantes. Nadie podía creer que alguien se
propusiera acometer un proyecto de tales dimensiones. Y no solo hubo quien lo
hizo sino que además, lo terminó y disfrutó a plenitud.
*******
Estoy casi seguro
que la mayoría de los que están leyendo este articulo tiene un plan en su mente
de lo que quieren hacer cuando comience el nuevo año. Unos van a hacer algunos
proyectos, otros a terminar sus estudios, otros a completar algo que hayan
comenzado en el viejo año, y otros talvez a comenzar un nuevo negocio. Pero
estoy seguro que en la mente de la gente llega el interés de hacer algo en el
nuevo año.
Eso es normal en
el humano; el buscar la manera de superarse cada año que pasa. Lo que sucede es
que muchos comienzan y no terminan. Otros comienzan, y aunque no han terminado,
van poco a poco, a paso lento realizando lo que se han propuesto, hasta que lo
logran. Y otros comienzan por segunda o tercera vez, y se detienen en el
camino, completamente rendidos.
El deseo de Dios
es que todos seamos prosperados en todo lo que nos propongamos hacer, y mucho más
si lo que vamos a hacer es para el Señor. Eso es lo que Dios quiere, que
planifiquemos proyectos, pero no solo para nuestro porvenir, o beneficio, sino
que también planifiquemos para que su nombre sea glorificado en lo que hagamos,
y que sea de bendición para los demás.
Yo tengo mis
planes para el nuevo año. Ya se los presenté al Señor, por si es su voluntad
que así sea. Ahora tengo que trabajar, y que él me ayude en lo que no pueda
hacer. Hay quienes le dicen al Señor; “Señor, tú conoces mis planes. Te pido
por favor que me ayude a lograrlo. Y te prometo ir a la iglesia”. De esa manera
no se puede lograr la bendición del Señor. Primeramente preséntale tus planes, pregúntale
si es su voluntad, y si la es, pide que te ayude a lograrlo. Pero que todo sea
en su voluntad.
¿Qué estas planificando
para el nuevo año? Talvez ¿Una boda? Lo que sea, ponlo en las manos del Señor,
y no te detengas. Lucha hasta lograrlo. No te canses en el camino, y si te
cansas, pídele las fuerzas a Dios para seguir hacia delante. Porque las fuerzas
vienen del Señor, pero se manifiesta en aquellos que luchan por lo que quieren.
Filipenses 2:13 porque
Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad.
Sal 18:28-29 Tú
encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios
alumbrará mis tinieblas. Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré
muros.
Comentarios
Publicar un comentario