Lecciones que duran toda una vida

Sabes que está mal lo que has hecho, ¿verdad?

Las palabras resonaron en la mente de Sarita al volver a casa de la escuela.  Era una buena estudiante; nunca había copiado en su vida. Pero, esa última tarea había sido muy difícil.  En un momento de desesperación, se la copió a una compañera.

La profesora, la señora Martínez, le había pedido que se quedara después de clase y Sarita sabía lo que se avecinaba.  Aun así, se asombró cuando la señora Martínez le preguntó si, en realidad, ése era su trabajo.


- – respondió Sarita, preguntándose en su interior “¿Por qué estoy mintiendo?.

Mirándola a los ojos, la señora Martínez, le dijo con suavidad: Sabes que está mal lo que has hecho, ¿verdad? Piensa esta noche en la respuesta y mañana te voy a volver a preguntar si ése es tu trabajo.

Fue una noche muy larga para Sarita.  Estaba casi por terminar la secundaria, y se había ganado una buena reputación debido a su honestidad y amabilidad.  Nunca había copiado ningún trabajo, y ahora quería arreglar su error mintiéndole deliberadamente a una persona a quien quería y admiraba.  A la mañana siguiente se presentó ante la señora Martínez mucho antes que empezaran las clases y le confesó su mala acción.  Recibió la apropiada consecuencia de su comportamiento: un cero por su trabajo y, por primera vez en su vida, el castigo de tener que quedarse después de la clase.

Años después, Sarita pensaba con frecuencia en esa experiencia y sentía gratitud por la corrección en amor de alguien a quien ella respetaba.  La señora Martínez estuvo dispuesta a ayudarla a tomar decisiones correctas, a pesar de su deshonestidad.  Para Sarita, ésa fue una lección que le duraría toda la vida acerca de cómo asumir responsabilidad por acciones deshonestas, y hacer lo correcto sin importarle las consecuencias.

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¿Cuántas veces has mentido para que las cosas te salgan bien?

Hay veces que, para el ser humano, le es más fácil decir una mentira que decir una verdad, para no tener que pagar consecuencias. Total, a la larga, con el tiempo, se sabrá la verdad y las consecuencias serán peores.

 Yo he sabido de gente que van a pedir ayuda económica al gobierno y cuando van con la verdad les niegan la ayuda. Sin embargo, cuando van con la mentira reciben la ayuda. He escuchado de gente que no han podido conseguir empleos, y el gobierno les niega la ayuda solo porque esas personas tienen autos y propiedades que pueden vender. Por lo tanto, la gente acude a mentir, diciendo que el esposo se fue de la casa, para poder tener esos beneficios. Suena triste, pero es la realidad. Muchas veces el gobierno lleva la gente a mentir, tal como ellos le mienten a la gente. Lo triste de todo esto es que a la larga se descubre la verdad, la persona tiene que pagar una gran deuda, talvez multados o encarcelados, por no mantenerse firme en su verdad.

De la misma forma pasa cuando la persona le entra una pereza severa y lo único que quiere es estar sentado en su casa haciendo nada y por consiguiente decide decir que está padeciendo de algún trastorno mental, o que padece de los nervios, y de cuantas cosas se puedan inventar, solo por conseguir una ayuda económica, la cual sería mayor si estuvieran trabajando.

Ya se ha ido perdiendo la honradez. Muchos mienten para defenderse de algo negativo que hicieron. La gente se ha olvidado que hay un Dios que lo ve todo. Ese Dios maravilloso que está dispuesto a bendecirnos, mucha gente lo echa para el lado en momentos de desesperación. En vez de clamarle y pedirle, prefieren esconder su rostro de él y actuar de manera deshonesta para lograr algo temporero.

El Señor tiene su oído presto para escuchar a todo el que le llame. No hay que mentir para recibir algo de lo cual ya el Señor sabe que tú necesitas. No hay que mentir que por nada. No permitas que tus acciones hablen mal de ti. Deja que Dios se encargue de tus necesidades. Él conoce tus necesidades y conoce tus problemas, encárgate de buscarlo primero a Él.

Mateo 6:32-33 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Proverbios 11:3 La integridad de los rectos los encaminará; pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.

Proverbios 21:3-4 Hacer justicia y juicio es a Jehová, más agradable que sacrificio. Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos, son pecado.


Mateo 5:8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.


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