Honra las vestiduras - Un Cristiano no se viste de Tinieblas

Dos hermanos gemelos vivían en el mismo pueblo. Uno de ellos cometió un asesinato y la policía fue en su búsqueda. Al verse atrapado y delatado fue ante su hermano gemelo y le explico que había cometido un crimen y que la policía lo estaba buscando para sentenciarlo.

Al ver su desesperación el hermano gemelo, que era un fiel creyente, le dice, “no te preocupes dame tus vestiduras que están manchadas con sangre y toma las mías”. Cuando llego la policía arrestaron al que tenía las vestiduras manchadas de sangre y fue sentenciado a la pena de muerte.



Un día antes de su muerte le dijeron que tenía derecho a concederle una petición y él les dijo que quería que le entregaran una carta a su hermano. Cuando su hermano recibió la carta la leyó y decía así: "Cuando leas esta carta ya habré muerto, pero una sola cosa te pido, que honres las vestiduras que te di".

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El mes de octubre es muy conocido por el cambio de temporada. Los arboles cambian de color, en algunas partes del mundo. Llega el otoño con un poco de frio y anunciando que se acerca la navidad. Pero este mes es más conocido por una de sus celebraciones; Halloween.

Decir Halloween es sinónimo de, disfraz, maldad, peligro, muerte, y cada palabra negativa que se pueda encontrar. ¿Por qué?, porque es en esa celebración donde muchos se aprovechan para disfrazarse y hacer sus fechorías. Se disfrazan de muertos, esqueletos, monstruos, demonios, etc. A contrario de “Navidad”, donde se ve la alegría, música, gozo, etc. En total, todo es diferente a la celebración de Halloween.

Yo conozco la historia de Halloween, como conozco la de navidad. He dado charlas acerca del Halloween y su descendencia y por eso tengo bien claro si puedo celebrar Halloween o desecharlo.
¿Debe un cristiano mezclarse a esta celebración? Eso queda de ustedes. Yo, como cristiano, pienso que mi disfraz debe ser de Cristo. ¿Has visto a un ateo o a la gente que está envuelta en sestas satánicas, celebrar la navidad? No, porque esa celebración va a contrario de sus creencias. Lo mismo debe pensar la persona que ama al Señor. No debería celebrar un día de maldad, aunque se disfrace de conejito o de ángel.

¿Cómo le puedo decir a Dios que lo amo, celebrando un día tan pagano y malicioso? Los que no son de Dios, no quieren saber de las cosas de Dios, porque ellos les son fiel a su sesta y a satanás. Lo mismo debe ser con los que son de Dios, deben serle fiel a sus creencias y a Dios.

Un disfraz es una vestimenta que representa algo diferente a lo que es la persona que la lleva puesta.

El único disfraz que usó Jesucristo fue el de pecador. Llevó una ropa manchada en sangre por llevar nuestros pecados. Más tarde ese disfraz fue limpio con su resurrección. Esa ropa brillaba como nunca antes. Por eso te consejo, como cristiano, que te vistas de Cristo y si alguien se aparece por tu casa con un disfraz de maldad, tú, en vez de dulce, entrégale un tratado o una palabra de amor, como todo un cristiano, y ora al Señor que lo proteja de todo mal, porque en medio de esa gente hay niños que inocentemente siguen esa tradición, sin saber lo que se oculta en ella.

Recuerda: Si esta celebración fuera aprobada por Dios, no habría que orar para que no hubiera maldad. Porque todo lo de Dios es alegría y paz. Ahí está la diferencia. Honremos el sacrificio de Jesús por nosotros.

Enseñemos a nuestros niños a buscar más de Dios, y a no ser partícipe de las obras de las tinieblas. Hay mucho peligro para ellos en la calle, no los expongas a eso. Aunque los dulces sean inofensivos, pueden traer la muerte. Cómprale tú mismo los dulces que a ellos les gusta, y no arriesgues su vida.

Marcos 7:8-9 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.


1Corintios 10:20-23 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. ¿O provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que él? Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.

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