Por motivo de la celebración de la semana mayor, les
traigo esta historia de la biblia, para reflexionar en la forma que muchos
llamados cristianos actúan cuando se les presenta la oportunidad de defender el
evangelio de Cristo.
Dice la palabra de Dios en el libro de Lucas 23:13-25
Entonces Pilato, convocando a los principales
sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo, les dijo: Me habéis presentado a éste como un hombre que perturba al pueblo; pero
habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre
delito alguno de aquellos de que le acusáis. Y ni aun Herodes, porque os
remití a él; y he aquí, nada digno de muerte ha hecho este hombre. Le soltaré, pues, después de castigarle.
Y tenía necesidad de soltarles uno en cada fiesta. Mas
toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera
con éste, y suéltanos a Barrabás! Este había sido echado en la cárcel por
sedición en la ciudad, y por un homicidio.
Les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús; pero
ellos volvieron a dar voces, diciendo: ¡Crucifícale,
crucifícale!
Él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste? Ningún delito digno de muerte he hallado
en él; le castigaré, pues, y le soltaré. Más ellos instaban a grandes
voces, pidiendo que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los
principales sacerdotes prevalecieron.
Entonces Pilato sentenció que se hiciese lo que ellos
pedían; y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y
homicidio, a quien habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.
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¿Te has sentido alguna vez, que durante los días de tu
vida, tu haz sido como uno de aquellos que han querido crucificar a Jesucristo,
después de que el Señor le ha hecho tanto bien?
En esta semana, la cual llaman “La Semana Santa”, es
la semana cuando la gente va más a la iglesia, le ora más a Dios, y son los más
serviciales del mundo. Para mí, todas las semanas son santas, porque son dadas
por Dios. Pero, entiendo que, así como en la navidad se toma un día para
celebrar el nacimiento, también el llamado viernes santo, es para recordar el
día que nuestro Señor Jesucristo dio su vida por nuestros pecados.
Fíjense que ironía la de la gente, que cuando llega
esta semana, tratan de evitar hacer algo malo, por respeto a la semana, y tan
pronto se va la semana, vuelven a ser como eran antes; como si Jesús hubiera
muerto y ya no existe más. ¿De qué vale
hacer un esfuerzo esa semana, si la semana siguiente será igual que las
anteriores? No es que no lo puedan hacer, al contrario, es muy bueno, pero, si
lo hicieron esta semana, ¿Por qué no lo pueden seguir haciendo bien de ahí en
adelante? ¿Por qué tienen que volver a hacer el mal?
Miren lo que dice Miqueas
2:1-3 !Ay de los que en sus camas
piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan,
porque tienen en su mano el poder! Codician las heredades, y las roban; y
casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.
Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal
del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo
será malo.
El Señor traerá juicio para toda persona que solo
piensa hacer el mal a los demás. Podemos decir que somos cristianos, que vamos
a la iglesia, y un montón de cosas, pero si no obedecemos la palabra de Dios,
es como si crucificáramos a Jesucristo otra vez con nuestros actos. Entonces él
te dirá “Siervo malo y negligente” y enviara a que te echen en el lago de fuego
(Mateo 25).
No podemos olvidad lo que el Señor hizo por nosotros.
El entregó su vida por ti y por mí. Sufrió los dolores en la cruz por causa de
nuestros pecados. No hagas como la gente que solo se acuerdan de los demás el
día de su cumpleaños. Reconócelo en todo momento, y dale el valor que él se
merece. Recuerda que murió por nosotros, sufrió dolores, y todo, por darnos una
vida eterna con él.
No lo reconozcas solo en esta semana, sino, todos los
días de tu vida. Cuando veas que alguien quiere crucificarlo, no lo permitas,
defiende su evangelio, desmuestrale su amor.
Miqueas 6:8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es
bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia,
y humillarte ante tu Dios.
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