Un Helado Para El Alma
Esta mujer salió con su hijo, de dos años de edad, a comer
a un restaurante. Cuando le llevaron la comida, su hijo le preguntó si podía orar
por la comida antes de comer. Ambos inclinaron sus cabezas, y plegaron sus
manos, y el niño dijo:
– Dios es bueno,
Dios es grande. Te doy gracias por los alimentos que vamos a comer y te
agradecería aún más si mamá nos da helado como postre. Y que haya libertad y
justicia para todos. Amén.
Junto con algunas risas que provenían de las mesas alrededor,
se escuchó a una mujer decir:
Eso es lo malo de
este país. Los niños de hoy ni siquiera saben cómo orar. Preguntarle a Dios por
un helado. ¡Qué tontería!
Al escuchar tan duro comentario, el niño rompió a
llorar y preguntó si había hecho algo malo y si Dios estaría molesto con él. La
madre lo abrazó y secó sus lágrimas diciéndole que había hecho un magnífico
trabajo y que Dios de ninguna manera estaría molesto con él.
Tan pronto la madre dijo esas palabras un anciano se
aproximó a su mesa. Le hizo un pequeño guiño al niño, se agachó a su costado y
le dijo:
– Estoy seguro
que Dios pensó que fue muy buena tu oración.
– ¿En verdad?
- respondió el niño.
– Totalmente
seguro. - Luego en susurros le dijo: Es
lamentable que ella – Señalando a la mujer con el dedo- nunca le pida a Dios por un helado. A veces,
un poco de helado es bueno para las almas.
La madre le compró el helado a su hijo para el postre.
Luego de terminar su helado el niño se quedó un poco pensativo e hizo algo que dejó
a la madre asombrada. Sirvió un poco de helado en uno de los platos que había
sobre la mesa y sin pronunciar ni una sola palabra camino por el restaurante y
se paró frente a la señora.
Con una gran sonrisa le dijo: Esto es para usted. A veces, el helado es bueno para las almas y la mía
ya tuvo suficiente.
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¿Cómo te sientes cuando vez un niño hablar con Dios?
Es hermoso ver a un niño comunicarse con el Señor, lo
que muchos adultos no hacen. Más aún se ven hermosos cuando los vemos
agradecerles a Dios por lo que hayan recibido, sea comida, regalos, etc. Pero
es triste ver a los adultos no apoyar a esos niños, ni ensenarles como ser
agradecidos y como orar a Dios.
Los niños son sinceros, cuando hablan lo hacen con el
corazón, cuando agradecen es porque así lo sienten. No como muchos adultos que,
cuando hablan, lo que dicen sale de sus bocas, pero sus corazones dicen otra
cosa, cuando agradecen lo hacen por cortesía y no porque verdaderamente están
agradecidos, sino que muchas veces lo hacen con hipocresía.
Por eso Jesucristo mismo dijo uno de sus discursos más
poderosos para que la gente entienda lo importante que son los niños para él.
Él dijo en Mateo 18:3-5 …“De cierto os digo, que si no os volvéis y
os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera
que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y
cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.” En
mi isla, Puerto Rico, hay un refrán que dice “más claro no canta un gallo.”
Dios quiere que seamos como niños. No en su forma ignorante
de pensar, pero en su forma de actuar y con la sinceridad y amor que ellos
tienen. Los niños no se enojan y se quedan enojados todo el día, los niños no
hacen uso de palabras soeces para hacer escuchar, los niños no guardan rencor,
ellos no piensan en la violencia. Los niños ven las cosas de manera diferente
que los adultos.
Tenemos que cuidar de los niños, hablarles de Dios
desde su nacimiento para que crezcan con esa enseñanza de paz y amor. Tenemos
que ensenarles las cosas que serán de provecho para sus vidas. Hay que
educarlos y darle el ejemplo de cómo ser mejores seres humanos para la
sociedad. Enseñémosle a orar y no a maldecir, a dar amor y no a odiar, a ser
amigos y no enemigos, a ser agradecidos y no desagradecidos, y más que todo,
enseñémosle a amar a Dios primero que todo en la vida. No es solamente
enseñarles, sino también demostrarles con ejemplos.
Haciendo estas cosas tendremos una mejor sociedad,
llena de gente agradable a Dios y a los que les rodean.
Mateo 19:14 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y
no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.
Hermosa reflexion Hermano que el Señor le bendiga grandemente.
ResponderBorrarGracias por su comentario. La gloria es toda para Dios. Que el Señor le bendiga mucho.
BorrarHermosa reflexion Hermano que el Señor le bendiga grandemente.
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