Cuando La Vida Nos Presenta su Cuenta

Imagen
Se cuenta de un abogado que vivió en Escocia que, en una ocasión, alquiló un caballo de un hombre pobre y tanto abusó del animal que éste murió. El hombre pobre insistió en que el abogado pagara por su caballo. El abogado no negó su responsabilidad y le dijo al hombre pobre que estaba dispuesto a pagar. - Pero - le dijo - en este momento estoy algo escaso de dinero y agradecería si me permitiera aplazar el pago . El pobre labrador, que era un hombre muy comprensivo, no tuvo inconveniente en dar al abogado un poco de tiempo para cumplir con su compromiso. Ante la insistencia del abogado de no poder pagar en tiempo muy cercano, el labrador le respondió que simplemente fijara él la fecha.

La Desobediencia No Tiene Excusas


Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado.  Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.


Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.

Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.

*******

Esta historia es, para mí, la historia más conocida de toda la biblia. Es el comienzo de la creación de la naturaleza, y el comienzo de vida y creación del hombre y la mujer. Los textos tomados se encuentran en Génesis 2 y 3. Cuando yo hable en esta reflexión acerca del hombre, me refiero a ambos sexos.

Aquí vemos cómo comenzó la relación de Dios con el hombre, y la podemos comparar al tipo de relación que hoy día tiene el hombre con Dios. Vemos con el amor que Dios hizo al hombre y la mujer. Vemos que los puso en lugar hermoso, lleno de frutos y alimentos. En otras palabras, los rodeó de bendiciones. Pero ¿Qué hizo el hombre? Desobedeció a Dios. Las reglas eran simples, no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. Eso era simple y sencillo, pero cuando el hombre quiere desobedecer los mandatos de Dios busca cualquier excusa para hacerlo.

Dios quiere bendecirte y darte vida eterna, pero para él darte todo eso, tú necesitas obedecerle. No puedes vivir en el pecado, y decir en tu corazón “Dios sabe todas las cosas”. Es verdad, Dios sabe todas las cosas, y ahora mismo lo que sabe es que Tú vives apartado de él desobedeciéndole en todo.

El desobedecer a Dios no tiene excusas. La biblia es clara, no busques donde esconderte para cubrir tu pecado, porque Dios todo lo ve, y conoce los corazones. Recuerda, tu corazón lo controla un solo espíritu, y tú decides cual será; el de Dios, o el del Mal.

Isaías 29:15  ¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?!

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Paralítico de Betesda

Cuando La Vida Nos Presenta su Cuenta

Lo Que Piensa el Hijo del Padre